Los universos de otros tiempos, los que tienen datos tridimensionales de la historia de la humanidad, y por ende de todas las personas que existieron, y existirán, pueden estar en la cobertura de un agujero negro.Digamos en bordes dimensionales, que colindan con las partículas subatómicas, más pequeñas, y de corta duración de vida. Pero esta historia, no es la verdadera, sino la posibilidad de otras historias. Están dentro de la imaginación del hombre, basada ésta en lo que él conoce o conoció del transcurso de su historia a través de relatos, libros y documentos que están en la arqueología y la literatura. Por eso, quien bucee en esta entrada a estos universos, deberá estudiar la INFORMACIÓN, y ella ya está -aunque todavía en ciernes- en las computadoras. ¿Dónde esta su tridimensionalidad?. En los rebordes del horizonte de sucesos. Esta información está allí, "fija", y quien acceda a este mundo "imaginario", podrá volver a su lugar de salida,porque es como ir a un mundo imaginario, pero que no responde a la linea de tiempo consciente real de quien ha viajado hasta allí. Su entrada es por los agujeros de gusano, y se utilizan cuatro energías básicas: el electromagnetismo, la gravedad, la antimateria y la energía luminosa de alta frecuencia. Para ingresar hacen falta portales abiertos, que están ya en la naturaleza. Como la electricidad,que la hay de las nubes o los cuerpos humanos,y la hay de la alterna de los transformadores o de la hidraúlica. La energía de estros portales puede ser hecha artificial, y también está en la naturaleza. O sea, se encuentra en los campos gravitatorios de los planetas, y las estrellas. Y en la Tierra, por cierto. Es probable que la Tierra la tenga en el geomagnetismo y las rocas. Y también en las nubes. Es hora de empezar a investigar la gravedad cuántica en la materia, y los campos geomagnéticos.Esta es una de las claves. Pero no la única. ¿Podremos encontrar estos universos de tiempos alternativos?. Si lo logramos, viajariamos de igual manera que por ejemplo, a Paris, pero esta vez al fondo de historias imaginarias, de un tiempo similar al real. Y así, a un nuevo mundo material, sin embargo, pero aún no escrutado.
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